La pobreza aumenta y la desigualdad también

La crisis no afecta a todos por igual. A unos más que a otros. Aplicado a España nos resulta obvio por ser un país con seis millones de parados. Pero el paro no es el único factor que explica esto. El paro agudiza la desigualdad y la exclusión pero no es el único factor. Es más, el empleo está dejando de ser un antídoto contra la pobreza y exclusión. Un interesante informe de la Fundación 1º de Mayo (descargar) analiza el crecimiento de la pobreza que está produciendo la crisis económica y se señala que el acceso al empleo está dejando de ser una salvaguarda ante las situaciones de pobreza. El empleo es cada vez más precario y ofrece salarios más bajos, la protección social se reduce y la vulnerabilidad, privación e inseguridad se acrecienta. Esto no ocurre sólo en nuestro país, pero aquí la cosa se agudiza al partir de una situación de desigualdad muy elevada y constante aún habiendo vivido una época de prosperidad económica (para unos pocos).
Tradicionalmente, en España, los ingresos del Estado en porcentaje del PIB han sido de los más bajos de Europa y, en consecuencia, los gastos sociales también con sus efectos. Según EUROSTAT, España fue el país de la UE donde más aumentó el riesgo de pobreza entre 2009 y 2010 hasta llegar a afectar al 20,7% de la población. Los nuevos datos provisionales de 2010-2012, agravan la situación hasta rozar el 25,3%. Si atendemos a la evolución de la Tasa AROPE (at-risk-of poverty and exclusion) una nueva forma de medir la pobreza y la exclusión social, podemos observar que ya en el 2004 la tasa en España era de 24,4 y del 27 en el 2011 (ver tabla).El modelo de fiscalidad, la estructura salarial, el importante fraude fiscal y el desplome de los ingresos del Estado no permite ser optimista respecto a los próximos años. El sistema de protección se debilita y con él la garantía de los derechos sociales... que como sabemos se basan en la justicia social. Sin protección no hay justicia social y sin justicia la desigualdad crece y los derechos sociales se quedan en papel mojado.

Aplicando el índice Gini, que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos entre los individuos u hogares de un determinado país desde una distribución de perfecta igualdad, comprobamos le desigualdad que sufre España en términos de renta disponible. Algo similar mide la desigualdad en la distribución de ingresos por quintiles  (comparación entre el 20% que más ingresa y el 20% que menos). Observando los gráficos de abajo, podemos comprobar que la cosa no va bien... para cada vez más personas... pero no para todos. Sí, es la crisis... pero más para unos que para otros.


Tomado de El País 11 de octubre